En esta mesa se muestran
esqueletos fetales de 13 a 16 semanas de gestación en los cuales se aprecian
características del desarrollo fetal que incluye la formación del esqueleto a
expensas de dos procesos fisiológicos muy claros: osificación endocondral y la
intramembranosa.
Se
presenta un feto sometido a la técnica de la diafanización por técnica de Dawson. Esta técnica nos permite la
visualización in situ de los centros de osificación en embriones y
fetos, tiñéndolos con rojo alizarina y/o azul de metileno. Mediante esta técnica se hace uso de xilol como disolvente de grasas, para
transparentar los tejidos blandos, y posteriormente se agregan los colorantes
que se fijan en las zonas de osificación.
El proceso mediante el cual
se forma el hueso se denomina osificación. En el embrión, existe un precursor
del esqueleto formado por tejido cartilaginoso hialino y mesénquina embrionario
que ya tiene una forma característica a partir de las seis semanas. La formación de hueso sigue dos procesos
diferentes:
Osificación
intramembranosa:
La osificación intramembranosa es la que produce
preferentemente huesos planos y, como su nombre indica tiene lugar dentro de
una membrana de tejido conjuntivo. En este proceso, algunas de las células
mesenquimatosas que forman las membranas de tejido conjuntivo son transformadas
en osteoblastos constituyendo un centro de osificación alrededor del cual se va
formando hueso. El depósito de calcio y de sales minerales endurece la matriz
ósea al cabo de unos días, mientras se produce la calcificación de la matriz
ósea aparecen las trabéculas o espículas óseas que se unen en una estructura en
forma de malla dando lugar al hueso esponjoso. La lámina central de hueso
esponjoso se recubre por cada uno de sus lados por placas de tejido óseo
compacto. Una vez formado, el hueso plano crece de tamaño mediante la adición
de más hueso por sus bordes
Casi todos los huesos
del cuerpo se forman a partir de moldes cartilaginosos en los que la
osificación se extiende desde el centro hasta la periferia, este es un proceso
denominado crecimiento aposicional. A partir de la 5 o 6 semanas el modelo
cartilaginoso del hueso largo está completamente formado. El modelo cartilaginoso desarrolla un
periostio y en el centro se desarrolla un collar en el que los osteoblastos
(que se han diferenciado a partir de condrocitos) depositan hueso. Poco después
de la aparición del collar óseo, el cartílago comienza a calcificarse formándose
un centro de osificación primario al penetrar un vaso en el centro de la
diáfisis. Simultáneamente a la osificación endocondral que avanza desde la
diáfisis hacia las epífisis se forma la cavidad medular, creciendo el hueso en
longitud. La diáfisis que una vez fué una masa sólida de cartílago hialino es sustituida
por hueso compacto en el centro del cual la cavidad medular se llena de médula
ósea roja. Cuando los vasos penetran en las epífisis, se forma un centro de
osificación secundario, a partir del cual el proceso de osificación es similar
al producido en el centro primario. Estos centros de osificación secundarios
suelen aparecer en el momento del nacimiento, con la diferencia de que se forma
hueso esponjoso y no se desarrolla una cavidad medular. En los extremos de las
epífisis queda una porción remanente de cartílago constituyendo el cartílago
articular y entre las epífisis y la diáfisis se mantiene la placa epifisaria,
también cartilaginosa a partir de la cual el hueso irá creciendo durante el
desarrollo del niño hasta desaparecer en la edad adulta.
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